MIDI es una palabra que proviene de las siglas: Musical Instrument Digital Interface.
Consiste en un protocolo de comunicación que apareció entre los años 1981 y 1982.
Su aparición fue debido a la problemática que tenían los sintetizadores digitales a finales de la década de los 70. Su problemática fue la compatibilidad en la interconexión entre los dispositivos de cada fabricante. Esto no había ocurrido con los analógicos anteriores.
A raíz de esto se dieron cuenta de que necesitaban un elemento que permitiera a los músicos utilizar todo el potencial de los aparatos sin ningún tipo de restricción. Es decir, que evitasen de la misma manera las incompatibilidades.
En consecuencia, Dave Smith, un músico e ingeniero electrónico, presenta un primer borrador de lo que luego será el MIDI en 1981. En ese momento lo llama "interfaz universal de sintetizadores (USI)" y tras varias revisiones será el MIDI.
Originalmente por lo tanto, se concibe como un medio para conectar distintos sintetizadores pero con el paso del tiempo ha cambiado y se utiliza en muchas aplicaciones distintas como la grabación musical, cine, TV, ordenadores caseros, etc.
Una de las características relevantes del MIDI es que no maneja datos analógicos, es decir que no envía ni recibe señales de audio, sino que es un protocolo digital, lo que significa que se envían y reciben datos, los que pueden ser mensajes de control de eventos, que serán interpretados por el dispositivo que los reciba de la forma en que fue programado.
Habría que destacar cómo funciona y es que, el archivo MIDI no contiene datos de audio muestreado, sino más bien una serie de instrucciones que el sintetizador u otro generador de sonido utiliza para reproducir el sonido en tiempo real. Estas instrucciones son mensajes MIDI que indican al instrumento qué sonidos hay que utilizar, qué notas hay que tocar, el volumen de cada una de ellas, etc.
Para los ordenadores, el reducido tamaño de estos archivos implica que un ordenador poco potente puede hacerse cargo de complejos arreglos musicales sin ni siquiera inmutarse. En cambio, puede llegar a ser imposible que una de estas máquinas sea capaz ni tan siquiera de reproducir unas pocas pistas de audio muestreado en calidad CD.
Además, cada sonido emitido por un MIDI esta formado por paquetes de órdenes en formato numérico.
Este tipo de archivo transmite señales en un sentido (simplex), desde un dispositivo ‘maestro’ (controlador) que envía, hacia un dispositivo ‘esclavo’ (sintetizador) que recibe.
Por todo esto el MIDI tiene una serie de ventajas:
- Permite componer, editar y grabar música directamente en el formato. Esto es, se ofrece como resultado archivos demasiado pequeños para la gran magnitud de los sonidos que contienen.
- Genera sonidos a partir de un sinte MIDI en vez de hacerlo partiendo de un sampler.
- Permite alterar la velocidad de reproducción
- Permite alterar la altura tonal de los sonidos de forma independiente.
Ya hemos hablado de qué es el midi y cómo funciona pero es importante señalar cómo identificarlo, cómo es físicamente. Un instrumento MIDI se conecta a través de un conector del tipo DIN de cinco pines, aunque hay que destacar que actualmente existen Roland o Korg que son grandes fabricantes que están reemplazando este tipo de conectar por el ya conocido por todos USB.
El MIDI tiene una serie de componentes que se señalan a continuación:
1) El protocolo de lenguaje, que permite la configuración del mismo.
2) El conector o interfaz de hardware
3) Un tipo de formato que permita la distribución de los distintos archivos MIDI.
A continuación, se puede ver un vídeo en el que se explican dichos componentes:
El MIDI tiene una serie de componentes que se señalan a continuación:
1) El protocolo de lenguaje, que permite la configuración del mismo.
2) El conector o interfaz de hardware
3) Un tipo de formato que permita la distribución de los distintos archivos MIDI.
A continuación, se puede ver un vídeo en el que se explican dichos componentes:

